sábado, 30 de octubre de 2010

Música clásica para animar el otoño.

El otoño es la estación de la melancolía y los divorcios, por lo que debemos elevar nuestros espíritus por encima del mundanal ruido, para sustraernos a esta sensación de decadencia que la propia naturaleza transmite en esta época.
Creo que una de las mejores formas de conseguirlo es escuchando música, pero no cualquier sonido, y para hoy hemos preparado una pequeña selección de joyas de la música clásica, que espero que  disfrutéis tanto como yo lo hago.
Aunque sobre gustos no hay nada escrito, se bien que mi gusto no suele coincidir con el de la mayoría, así que volveré a perseverar en el error, con una selección personal de música clásica.

Para empezar, el duo de las flores, de la opera Lakme de Léo Delives es una composición donde prácticamente se ven caer las hojas doradas de los arboles, transmitiéndonos no una sensación de decadencia, sino mas bien de plenitud,de tiempo de cosecha.



Claro que, que sería un otoño sin Gustav Malher y su segunda sinfonía, Resurrección, que es música sentimental y motivadora, con unos contrabajos que te llevan por toda la sinfonía como a lomos de la tormenta.
Vamos que no te entran ganas de invadir Polonia, por que eso queda reservado para Wagner, como decia Woody Allen, pero ocupar Andorra, pues igual si.
Aquí podéis escucharla completa y disfrutar de los seis contrabajos juntos.



Por ultimo de Carl Orff su obra mas conocida, Carmina Burana, también en su versión integra. Desde que vi varias veces la película Excalibur, no puedo dejar de imaginar caballeros al amanecer cabalgando a cámara lenta a través de la niebla, cuando la escucho.




Espero que os gusten tanto como a mi y que os pongáis en marcha, que tenemos que levantar un país, y todos hacemos falta :).

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