sábado, 3 de abril de 2010

Educación canina. Liderazgo, el Trébol de Cuatro Hojas.


Hasta hace muy poco tiempo, se pensaba que los perros sólo podían comenzar su adiestramiento cumplido un año de edad, lo cual suponía, en algunos casos, tener que doblegarlos utilizando la fuerza, y es que en ese momento sus comportamientos ya están afianzados.

Afortunadamente esto ya no es así, hoy en día la educación canina se basa en la estimulación temprana  del cachorro con juegos y ejercicios que mejorarán su capacidad de aprendizaje y de comunicación, siendo recomendable incluso que sea visitado por sus futuros dueños, con el fin de que se vaya acostumbrando a ellos.

Existe cierta controversia, sobre la analogía que existe entre perros y lobos, en cuanto a su comportamiento, ya que aunque genéticamente son idénticos un lobo siberiano y un chiguagua, la evolución y el tipo de vida entre un lobo salvaje y un perro domestico, ha sido muy diferente durante los últimos 2.000 años al menos, aunque en algunas cuestiones, como la pertenencia a la manada, nada ha cambiado.

El perro es un animal sociable por naturaleza, vive dentro de una manada, por y para ella. Para los perros su propietario y su familia serán su grupo social, es decir, su manada.
En las manadas de lobos existe un líder alfa o macho dominante, que es quién dirige al grupo y al que el resto respeta y obedece. Igualmente tu perro buscará encontrar un líder , claro y consistente, y en caso contrario él mismo asumirá el cargo, lo cual suele devenir en todo tipo de problemas de conducta tales como el estres por separación, agresividad hacia miembros de la familia, destrozas cuando se queda solo y un largo etcétera. 

En primer lugar habrá que conseguir que tu perro te reconozca como  líder. Acto seguido se le deberá enseñar que  lugar  ocupa en nuestra casa, esto quiere decir que hasta el mas pequeño de tus hijos debe ser superior jerarquicamente a tu perro dentro de la manada que sois. 

Dicho reconocimiento nunca se va a conseguir con gritos, golpes o malas palabras, sino todo lo contrario, afecto y premios.

Los estímulos motivadores de nuestro perro, quedan definidos muy gráficamente, con el denominado Trébol de 4 hojas, considerándolo imprescindible para conseguir la obediencia básica necesaria para su adiestramiento.

Veamos un ejemplo de Trébol de 4 hojas:

1ª hoja, el Vinculo afectivo, lo que el perro te quiere, sencillamente.
2ª hoja, los premios de comida (refuerzos primarios) 
3ª hoja, los juegos de presa controlados (tira y afloja, tirar de la cuerda) 
4ª hoja, los juegos de caza (pelotas, frisbye, señuelos etc.,)


Estos “objetos motivadores” podríamos decir que se tratan de refuerzos externos (ajenos al perro), con ellos aumentaremos la aparición de la conducta deseada y tendremos un trabajo alegre y predispuesto.
La motivación externa al variar y depender del guía, a medio plazo, resulta un tipo de motivación inconsistente si no somos cuidadosos con ella.

También hemos de tener en cuenta  la  motivación interna del propio perro, que dependerá de su carácter y de la actividad que se le ofrezca, un ejemplo es el pastoreo de ovejas con Border Collie, el perro disfruta de este trabajo, gobernar un rebaño es una actividad inherente a su naturaleza,  su motivación es tal que podría mantenerla hasta quedar exhausto. Esta motivación es mas fuerte y duradera que la externa, y lo ideal seria combinarlas. 
Hay que señalar que un perro con una elevada motivación interna será más difícil de adiestrar en actividades que vayan contra su instinto natural, por lo que en lo posible intentaremos colaborar con ese instinto. Yo sé lo difícil que fue enseñar a Zar que se tumbara relajado, a tres metros del rebaño de ovejas... y lo cumpliera, va contra natura.

La primera hoja del trebol, el vinculo afectivo, es la más importante para que tengas con tu perro una compenetración y confianza total, sin dicho vínculo nada de lo dicho anteriormente será posible.

En cualquier sistema de educación que utilicemos, los avances serán pequeños y progresivos,  por ello la constancia será tu mejor baza para tener una buena vinculación con tu perro y empezar a ver resultados positivos.

Existe una forma de medir cual es el grado de vinculación entre tu perro y tú, el método es el siguiente.

Dispondremos en linea recta, comida, su pelota, la cuerda con la que jugáis y tu mismo sentado en el suelo, separados por mas o menos un metro de distancia cada uno. Otra persona sujeta al perro a unos 5 - 6 metros, con el perro viendo todo lo que hay allí frente a él, entonces llamamos al perro, soltándolo quien lo sujeta, veremos hacía donde se dirige el perro, ese será su motivador principal, y si has trabajado bien con tu perro, su primera opción deberás seras tú, si elije cualquier otro objeto, retiralo y vuelve a hacer la prueba, así establecerás su orden de preferencia, evidentemente si tú no has sido su primera elección deberás trabajar mejor el vinculo entre tu perro y tú, para llegar a ser su líder.

Tu perro necesita que seas un buen líder, claro y consistente, a la vez que ligados por un fuerte vínculo afectivo.

Una de las primera tareas en las que trabajar a fondo, es el tema de la llamada, es fundamental que aún cuando existan muchos estímulos externos (gente, niños, bicicletas, pelotas, otros perros), él esté siempre pendiente de su líder, esto nos va a permitir tenerlo suelto en un espacio abierto con la absoluta tranquilidad de que nunca se va a alejar demasiado de ti y que si lo hace una sola llamada diciendo su nombre, hara que aparezca corriendo hacia ti.

La llamada es la orden fundamental, los perros reconocen su nombre, la palabra que los designa, y cuando el líder la pronuncia, la respuesta debe ser siempre, que el perro venga corriendo hasta su líder, esto se consigue con ejercicios progresivos, en los que se va llamando al perro, pronunciando su nombre una sola vez (sin repeticiones), y se le premia por venir, para evitar fracasos que crean un mal precedente evitaremos llamarlo si tenemos la más mínima duda de que vendrá, es decir si el perro está distraído, no “quemes” su nombre llamándolo inútilmente, sino va a venir no lo llames pues “desgastas su nombre”, si tras una sola llamada no viene, ve donde esté, cógelo con la correa en silencio y llevalo a otro lado.
El ejercicio es siempre igual, llamar al perro  si viene se le premia, sino lo hace se va a por él, correa y te vienes conmigo, sin violencia pero con constancia, nunca permitas que lo llames y no ocurra nada, o viene él o vas tu a por él, pero la llamada no se puede ignorar nunca, pronto aprenderá la elección correcta y preferirá el premio a la correa, ya que no existe otra alternativa.
Cuando la llamada con el líder alfa está afianzada es el momento de hacer el ejercicio de llamada con toda la familia, de forma que cada persona se ponga en una esquina de la habitación mas grande que tengas y vayan llamando al perro de uno en uno aleatoriamente, pronunciando su nombre solo una vez, cuando el perro viene, se le premia y lo llama otro, debe acudir a todos los miembros de la familia, esto le ayudara también a saber cual es su posición en la manada.

En ningún momento diremos que adiestrar  un cachorro es rápido y sencillo, aunque inmediatamente empezarás a ver sus avances iniciado el adiestramiento y esta será tu motivación externa para continuar, tu motivación interna sera la satisfacción que te produce tu perro cuando te obedece.

Enseñando a un perro a acudir a la llamada, sentarse, tumbarse y cualquier ejercicio que se te ocurra, no sólo aprende ese ejercicio, también aprende quien da las ordenes y quien las obedece entre vosotros (tu eres el líder alfa), además por si esto fuera poco  aprende “ a aprender”, su inteligencia se verá estimulada y sera capaz de utilizarla más y mejor, conforme vaya desarrollando nuevas habilidades aprenderá a ser más “creativo” en sus respuestas y a pensar para resolver los conflictos que le plantees.
Realmente la educación de un perro no acaba nunca, hay que insistir continuamente, ya que ellos siempre están dispuestos a saltarse las normas y seguir el camino fácil, si bien ahí está la constancia y consistencia, agotadora a veces, del líder, pero siempre recompensada, puesto que una vez enseñados a aprender, nos sorprenden continuamente con nuevos aprendizajes, te guste o no, ellos aprenden lo que les interesa aprender, aunque no se lo enseñes tú. 
Esto es aplicable a todas y cada una de las razas caninas y mestizos, en mayor o menor medida, en función de sus posibilidades, pero un perro con el que se ha trabajado, siempre es un perro diferente.

Así se establece, dicho de forma muy básica y sencilla, el vínculo entre cachorro y líder para comenzar con un adiestramiento en positivo con clicker, que trataremos en la próxima entrada sobre educación canina.


Todos los libros que menciono pertenecen a la editorial KNS, ya que en mi opinión son los mas rigurosos,  profesionales y con mayor calidad de contenidos que he encontrado en español, los pedidos se realizan desde su Web o por teléfono, son gente muy atenta, y el servicio es rápido, es buena idea pedir algún clicker de paso que haces el pedido por que luego no se encuentran tan fácilmente en las tiendas supuestamente especializadas en animales, que no saben ni lo que es un clicker.
catalogo de KNS.


Agradecimientos a Resu, por el debate previo, su corrección de estilo y por sus opiniones expresadas vehementemente. :-)



Bibliografia recomendada, en este orden.


- Un cachorro en casa.
- No lo mates... enséñale.
- Niños, niñas y perros.
- El libro del buen perro.
- El lenguaje de los perro, las señales de calma.
- Obediencia básica.

2 comentarios:

  1. Muchísimas gracias por esta información. Yo tengo dos perros, hembra y macho. Yandros, es un alocado (claro, que la culpa seguro que es nuestra), y acaba haciendo lo que quiere. Ara es más tranquila, aunque se le ve que es la dueña, de todo y de todos.... Voy a poner en práctica tus enseñanzas .... y seguro que el proceso será divertido, a la vez que gratificante.

    Un Saludo

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  2. Me alegro de que pueda serte útil.
    Un saludo.

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