sábado, 19 de septiembre de 2009

La defensa de Altdorf, en Karak Azgal.

Ayer viernes 18 de septiembre de 2009 las fuerzas de la destrucción fueron expulsadas de nuestra capital por el ímpetu arrollador de los defensores de Gladiadores, que dieron lo mejor de si, luchando organizados contra la Zerg enemiga, matamos y desmoralizamos a los destru hasta que vencidos y desarmados,  abandonaron la instancia, para buscar enemigos mas fáciles de matar y nos dejaron solos en la capital, para farmear penachos.



En principio el sistema tampoco es que fuera el paradigma de la estrategia militar, cuando te enfrentas a estos enemigos que atacan sin organización ni concierto, tampoco es necesario una estrategia muy elaborada, lo unico que hace falta es un poco de organización y mantener el grupo unido, tanto en el ataque como en el repliegue.



Aprovechando el callejón que esta a la izquierda de la bandera del centro para hacer foco de áreas, recuperábamos el objetivo sin problemas, después subíamos hasta la plaza persiguiendo a los rezagados que iban cubriendo con sus cadáveres los adoquines de nuestra capital. Una vez estaban en su war camp, escondidos entre los campeones (mama que me pegan estos malotes), bajábamos para tomar el Templo de Sigmar rápidamente, ya que allí nunca encontramos mas que pequeños grupos que murieron fácilmente.


Una vez tomado el objetivo, de vuelta a bandera centro y de alli a Colegio Brillante para tomar el ultimo objetivo, después volver al callejón y volver a empezar el ciclo.

Así de esta sencilla forma fuimos eliminando la oposición que planteaban, cada nuevo ataque que intentaban era un poco mas flojo que el anterior, ya que la desmoralización de quien muere rápidamente también juega y poco a poco iban abandonando la instancia, hasta que los últimos lo hicieron en masa cuando ya no podían salir de su war camp.

El único problema que tuvimos fueron los campeones y el héroe, que corrían mas que nunca, como si se acabara el mundo, llegando hasta la puerta de nuestro war camp persiguiéndonos, mientras que el héroe repartía galletas de 23.000 k con lo que jugábamos a la ruleta rusa con el y su instant kill.

Total que no solo lo pasamos bien, sino que expulsamos a los enemigos de nuestra instancia, hasta que se cerro el asalto a la capital y se reinicio el juego.

 

Así nuestra ciudad Altdorf, donde el Emperador Karl Franz en persona tiene su palacio, estará otro día mas a salvo de las ordas de la destrucción.

La guerra continua.

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