miércoles, 14 de octubre de 2009

El Club Lorem-Ipsum

Este site no puedo dejar de recomendarlo, aun a sabiendas de que se aparta bastante del tema del blog, si te molestas en echarle un vistazo, te aseguro que aprenderas algo positivo.


http://www.lorem-ipsum.es/blogs/materiasgrises/

Como muestra un botón.


¿Quién debe pagar en Internet?

Los medios de comunicación tradicionales llevan unas semanas lloriqueando sobre como Google, ese malvada compañía, se aprovecha de ellos. También de exclaman que los blogueros, esa carroña infame que no respeta nada, los citen constantemente sin su autorización.
Internet es un lugar injusto, dicen. Es hora de cambiar las cosas, desmontar todo el tinglado, y hacer que la información sea de nuevo el reducto exclusivo de los guardianes de la verdad, los periodistas de toda la vida.
Pues mira, no. Por mucho que los ilusos del País se crean que uno puede rebobinar la cinta y volver al cretácico superior, cuando los periódicos hablaban y usted ciudadano pagaba por ser educado por ellos, esos tiempos no volverán. Sergio escribía hace un par de días una estupenda respuesta al artículo; no repetiré lo que él dice. Vale la pena echadle un vistazo.
Solo quisiera añadir un par de cosas. Durante los últimos años, los periódicos han sido capaces de tener más lectores que nunca y a la vez perder dinero como nadie. No tengo datos precisos a mano, pero estoy bastante seguro que muchísima más gente lee ahora el New York Times, El País o The Guardian que hace veinte años - hace dos décadas, era imposible leer los tres periódicos cada día en un poblacho de mala muerte de Connecticut, y ahora lo puedo hacer sin problema en mi teléfono sin salir de la cama. La audiencia potencial de un medio como El NYT es básicamente infinita, y estoy seguro que su tráfico en internet deja en ridículo la circulación de su edición papel.
Los medios se olvidan, sin embargo, que la audiencia, los lectores, no son sus fuentes de ingresos. La prensa nunca ha vendido noticias o información a particulares; El País no tiene como principal objetivo producir noticias coherentes (bueno, no es que lo hagan demasiado, pero ya me entendéis). El objetivo principal de la prensa es producir y vender audiencias, ganar lectores y después vender esos incautos (o al menos, unos segundos  de atención) a los anunciantes.
Si la prensa está en problemas estos días no es porque no los lea nadie. A pesar de la patética calidad de lo que escriben algunos, el público consume más noticias que nunca. Los periódicos son increíblemente eficaces estos días produciendo audiencias; los avances tecnológicos han hecho que el coste marginal de servir lectores sea esencialmente cero.  El problema grave para la prensa estos días, sin embargo, es que son increíblemente ineficaces vendiendo estas audiencias a los publicistas.
Parte del problema es el exceso de oferta; hay tal cantidad de páginas donde poner publicidad que el precio tiene que resentirse de un modo u otro. Por muchos canales de televisión extras que la TDT o cable añadan, la caja tonta tiene una oferta finita, e internet no. Esto no explica, sin embargo, por qué páginas con cantidades gigantescas de tráfico no puedan cobrar una cantidad razonable a sus anunciantes.
Dicho en pocas palabras, el mercado de la publicidad en internet está roto. Los medios no saben vender el producto, las agencias de publicidad no tienen ni idea sobre cómo tratar el nuevo medio (los publicistas siempre van de modelnos, pero son animales de costumbres como todo el mundo), y Nielsen, Soundscan y todas esas empresas de medición de audiencias han sido incapaces (o no han querido) generar métricas decentes en el nuevo medio. El indicador utilizado más a menudo, el CPM (coste cada mil impresos), no está midiendo nada que tenga demasiado sentido - y no tiene en cuenta en absoluto cómo funciona la red.
Lo primero que debería hacer la prensa, en vez de intentar coordinarse para cobrar dinero a sus productos (audiencia) para tener el privilegio de ser vendidos a anunciantes, es replantearse cómo venden su publicidad en internet. Eso incluye dejar de tratar los anuncios en sus páginas en internet como un producto residual, llenando las páginas de grafiquitos absurdos o incordios variados, y tratarlo como lo hacen en su edición impresa - algo que no acompaña al texto, es utilizado con moderación y tiene un valor real para el anunciante.
La naturaleza abierta de internet hace imposible poner barreras al contenido: siempre habrá alguien que estará dando noticias gratis. Lo difícil en internet es atraer tráfico, no servir contenidos; los medios que tienen lectores para vender tienen que estudiar seriamente qué pueden hacer para hacer que los anunciantes paguen el valor real de estos, y no los precios basura que pagan ahora.
Si no pueden -y es posible que la mayoría de medios no puedan-, siempre les queda convertirse en entidades sin ánimo de lucro, como comentaba el otro día. Yo no pagaría por una subscripción a El País, pero quizás si que donaría dinero si dieran las noticias como deben.
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Lo dicho, aquí hay mucho que leer, opiniones libres, informadas y realmente interesantes.
Será esto lo que antes llamaban "prensa libre" ???
:)

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